martes, 9 de abril de 2013

Miriam expulsada

Como todo en la vida, lo que comienza también acaba y Gran Hermano no está exento de esta ley universal. El pasado lunes, la concursante que más juego ha dado hasta el momento en esta edición, Miriam, fue expulsada por la audiencia. Supongo que el público no pensó en expulsarla por moralidad, sino por el espectáculo y el morbo de verla encarada con Mercedes Milà y saber si esa boda sigue en pie. Su expulsión no supuso una sorpresa extrema, pues se podía divisar que algún día saldría por la puerta de Guadalix. Su nominación tampoco fue un gran titular, puesto que fue decidida por la mayoría de los familiares de los concursantes. Junto a ella, se sentaban Igor y los gemelos.

Su salida fue extraña desde principio a fin. Una actitud frívola y "pasota" la gobernaba. Parecía no importarle nada. Quizá se había dado cuenta de que había hecho el subnormal, tanto que había mandado al traste 5 años de relación "con el hombre de su vida", Miguel. Él lu tuvo claro desde el principio: "me he dado cuenta de que no eres la mujer de mi vida". Ella se sorprendía. Salió de la casa y efectivamente, su "otro" príncipe azul no la esperaba fuera. Estaba sola y lo sabía. Mercedes Milà la desvalijaba cómodamente, ella se mantenía fría y veía cómo Igor no era lo que parecía.

La historia, aunque se pudiese dar por concluída y "a otra cosa mariposa", Telecinco le sigue dando importancia. También hay que decir que ella le pone su "alegría", ahora ya admite que "hubo tocamientos". ¿No me digas? 

Aun así, esta historia ya comienza a estar caducada y el programa ha sabido enterarla en el momento perfecto para dar pie a nuevos temas. Está claro que todo esto ha supuesto un revulsivo para Gran Hermano, ha captado más audiencia y ahora esperan retenerla con más telebasura. 

AM

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