Los problemas en la casa ya no quedan dentro de sus muros. Hay más factores, más implicados, más historias... Esta semana, la organización del programa, ha conocido la "falta de lealtad" que Danny tuvo a Gran Hermano semanas antes de su comienzo. Al parecer, el concursante habría violado la regla de no hablar con ningún medio acerca de su participación en el programa de Telecinco. El programa presentado por Mercedes Milà no ha querido pasar por alto dicha falta y harán lo posible para echar al concursante. Una encuesta publicada por el mismo programa preguntaba si la audiencia debía expulsar al chico y esta respondió con un sí rotundo, concretamente, un 66,3 por ciento se mostraría a favor del "adiós" del chico desleal.
Nadie duda de que el programa le sacará jugo al asunto. Este mismo lunes habrá gala para expulsar a alguien y Danny puede ser uno de ellos. Dicho concursante crea gran expectación: no se mueve del sofá ni dándole con un palo, pero ha sido él que ha movido más audiencia.
No es casual que un concursante quiera sacar provecho de su paso por la casa para hacer algo con su vida. El precursor fue Kiko Hernández, otros le han seguido y ahora este quiere seguir los mismos pasos. Lo que no sabe Danny es que la televisión no es tonta, ni siquiera los creadores de la "casa de los horrores", y saben que él tiene una "estrategia" para hacerse rico a costa de ir visitando platós. Para dar espectáculo hay que saber lo que se hace y él no lo sabe. Simplemente, ha sido víctima de sus circustáncias. Él se creyó más de lo que era, habló con un medio y luego montó el numerito con su novia Eva, quien también ha sabido qué hacer después de su expulsión, y Susanna. Se piensa que saldrá de Gran Hermano y se comerá al público con su magnífica presencia. No tengo vocación de vidente, pero hay una cosa clara: Danny deberá seguir pinchando discos después de salir de su sueño.
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