martes, 26 de febrero de 2013

La maldición de la primera expulsada: machismo femenino como reflejo de la sociedad española

Ya hace una semana de la primera expulsión de Gran Hermano Catorce y creo que es el momento oportuno para hacer una pequeña reflexión. Pero, quiero dejar los datos estadísticos en los que se sustenta mi argumentación.

La tabla siguiente, realizada por mí, muestra los primeros nominados de todas las ediciones de Gran Hermano y el primer expulsado:

De esta tabla podemos extraer los siguientes datos:
1. De los 40 nominados que ha habido en las primeras nominaciones de las 14 ediciones del programa 29 han sido mujeres y sólo 11 hombres. Eso representa que un 72,5% de los concursantes que han salido a "la palestra" durante la primera semana de su expulsión han sido mujeres.
2. De los primeros expulsados de todas las ediciones de Gran Hermano Catorce, 11 han sido mujeres, mientras que sólo en 3 ediciones ha habido un primer expulsado masculino. Esto, representa que el 78,5% de los primeros expulsados, vuelven a ser mujeres.

Ante estos datos, podrías pensar que simplemente es casualidad, que la mayoría de primeros expulsados sean mujeres. Pero cualquier fiel seguidor del programa sabe que esto no es así. En la casa más famosa de España, las envidias no tardan en aflorar y estas envidias suelen ser entre mujeres. Las chicas nominan a las chicas y los chicos nominan a las chicas. Resultado: la mayoría de nominados pertenecen al género femenino.

Varias concursantes, como Argi en la actual edición, se han dado cuenta de este fenómeno y han intentado crear tendencia para nominar a los "machos" de la casa, aunque sin gran éxito. Mientras que los chicos, sabedores de esta tendencia, se une y forman alianzas para permanecer en la casa cueste lo que cueste.

Ya lo advertía el Gato (el bloggero más popular de Gran Hermano), en uno de sus últimos post, lo de "la primera expulsada" se está convirtiendo en tradición. Y ya no es sólo que las chicas nominan a las chicas dentro de la casa, sino que los telespectadores castigan también a las mujeres, casi siempre, por destacar dentro de la casa.

Me gustaría concluir resaltando la importancia de todos estos datos si tenemos en cuenta que muchos de los conflictos y tendencias que se producen  en la casa de Guadalix de la Sierra, acostumbran a ser un reflejo, en miniatura, de la mentalidad de la sociedad española. ¿Realmente somos tan modernos como nos creemos?


PS

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