- Igor: la polémica que creo con Sonia le aseguró un puesto en la casa de Guadalix. Ahora dice que no quiere hacérselo pasar mal a Sonia pero no dudó ni un segundo en utilizar su decepción con dicha concursante para conseguir volver al programa. Pronóstico: este chico no va a durar mucho, y, aunque dure, ni de lejos puede ganar Gran Hermano. Aunque me moleste admitir que me recuerda un poco al ganador de la décima edición, Iván Madrazo.
- Juan Carlos: una estrategia totalmente opuesta. Mientras Igor entraba con el propósito de crear polémica, Juan Carlos lo hacía dando a entender que quería conquistar a Raki. Pronóstico: como bien dice el gato encerrado, este concursante tiene tan asumido su papel de "mueble de Ikea" que ya no necesita ni justificarse. No consigo comprender cómo logró engañar al público pretendiendo hacer creer que empezaría una relación. Este chico no tiene ni chicha ni limoná, aunque es un peligroso candidato al maletín.
Mi gran decepción: la "no repesca de Giuls". Una concursante auténtica, diferente y con garra que se ha vuelto a quedar con las ganas de estar en la casa.
A todo esto falta añadir que la expulsión de Yessica, que había sido nominada junto a los gemelos. Todos sabemos que la concursante expulsada no aportó gran cosa durante su estancia en la casa, pero que perdiera ante los gemelos es una muy mala señal.
Mi conclusión: la audiencia repesca a dos chicos y expulsa a una mujer. La campaña de la familia de Marta del Castillo contra los gemelos no sirve, su mala educación tampoco y sus malos gestos aún menos. Aún así son salvados por los telespectadores. No puedo más que remontarme a uno de nuestros primeros posts "La maldición de la primera expulsada: machismo femenino como reflejo de la sociedad española"
PS
No hay comentarios:
Publicar un comentario