sábado, 21 de abril de 2012

La nostalgia del papel

Tener nostalgia de algo cuando aun no nos ha dejado es indicativo de que algún día lo hará. El papel, ese objeto que nos ha ayudado a trasladar en el tiempo todo tipo de saberes y recuerdos, está dejando de ser indispensable. Aun existe, pero ya son muchos los que prescinden de él. Uno de los primeros que se han aventurado a dejarlo de lado han sido los medios de comunicación. No es nada nuevo que un medio abandone su edición impresa y se decante por la online, como hizo hace aproximadamente medio año Newsweek. Una nueva era se nos muestra ante nosotros y se llama era digital.

Son muchas las preguntas que hay en el aire y desgraciadamente aún nadie tiene las respuestas correctas. Pero de eso trata el cambio, de ir contestando las cuestiones más importantes. Y aunque el papel esté dejando de ser tan relevante hay empresas mediáticas nacidas en la red, pure players, que están dejando de serlo, sacando también ediciones impresas. Resulta extraño ver esto cuando los principales medios están empezando a apostar fuerte por la implantación de sus textos en la red y no en un papel. Es una especie de migración, pero al revés. Como si el nacido en la Tierra Prometida se aventurara en el desierto para volver, aunque solamente fuese por unos instantes, al lugar del que huyeron con lagrimas en los ojos.

El periódico InfoLibre lo está haciendo con su revista Tintalibre. Cada día sacan las noticias que llenan la agenda y a final de més imprimen una revista, gratis para suscriptores, con todo tipo de informaciones, fotografías a página completa y reportajes.




Podría tratarse de una especie de incentivo para esos que pagan cada més y un escaparate para los que no han oído hablar de la revista en cuestión. Por lo tanto, estamos ante una conversión prudente. Una conversión que tiene muy presente que a la mayoría de los usuarios les gusta más leer los contenidos en un papel que en una pantalla. Pero el mundo avanza y la era digital se impone. No hay alternativa y quien se quede atrás se hundirá al son de la orquestra del Titanic. 

Si queremos respuestas a la pregunta de por qué retroceden un paso en lugar de dejar definitivamente el papel debemos preguntarnos también si la gente quiere informarse en la red. Los jóvenes verán positivo el cambio, pero puede que los más mayores prefieran sostener un periódico en sus manos para mancharlo de café cada mañana y llevarlo arrugado a casa, al final de un largo día laboral, para leerlo tranquilamente y analizar cada punto y coma. Ese es el público que aun no está convencido, el mismo que sigue moviendo la sociedad, pero que algún día se jubilará para dar paso a nuevas generaciones. Estamos en pleno cambio, y tal como indica la palabras van a cambiar muchas cosas. Por lo tanto, está claro que el papel tiene los días contados y que si aún quedan pequeños indicios de que un día existió el papel es porque es duro decir adiós a muchos siglos de historia.

Y algunos se seguirán preguntando: ¿por qué algunos medios que nacieron como pure players se están vendiendo al papel? Nostalgia, simple y pura nostalgia.


PS&AM.